(Daniel 6:4-5 RVR1960) Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.
Introducción
Hermanos, llevamos dos semanas hablando sobre nuestra responsabilidad electoral. Vimos que cuando el cristiano no sabe votar, desecha la voluntad de Dios para la nación. Luego estudiamos el perfil del candidato idóneo según Deuteronomio 17.
Pero hoy necesitamos abordar algo más personal. Estamos a siete días de las elecciones, y en estos días estamos viviendo presiones que causan incertidumbre y dudas sobre lo que ocurrirá.
Eso incluye, personas amenazadas: "Si no votas por nosotros, pierdes tu trabajo". Hay familias divididas porque algunos miembros trabajan a favor de determinado partido. Hay personas que sienten que para sobrevivir tienen que "jugar el juego sucio" de la política.
Quizá no lo sabemos, pero podría estarle ocurriendo a algunos de ustedes, a sus familiares o a sus amigos.
Y la pregunta que muchos se hacen en silencio es esta: ¿Cómo puedo mantenerme limpio en un sistema tan corrupto? ¿Es posible vivir con integridad cuando todos a mi alrededor están comprometidos?
La respuesta es sí. Y tenemos varios ejemplos bíblicos, como el del profeta Daniel. Quien trabajó EN Babilonia, pero no trabajó PARA Babilonia. Sirvió en un sistema corrupto, pero jamás se hizo corrupto. Hoy veremos cómo podemos hacer lo mismo.
Proposición
El cristiano puede mantenerse íntegro, aunque el sistema sea corrupto.
Transición: Daniel nos enseña tres verdades fundamentales sobre cómo vivir con integridad en medio de la corrupción:
Desarrollo
1. Si el sistema es corrupto, usted no tiene que serlo
(Daniel 6:4 RVR1960) Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.
Babilonia era un imperio pagano, idólatra y profundamente corrupto. Los funcionarios que trabajaban junto a Daniel eran deshonestos, tramaban complots y buscaban favores. Ese era el ambiente en el que Daniel trabajaba.
Pero note lo que dice el texto: "mas no podían hallar ocasión alguna o falta". Buscaron, investigaron, revisaron cada detalle de la vida de Daniel, y no encontraron nada. Ni sobornos, ni fraudes. Nada.
¿Por qué? Porque Daniel entendió algo fundamental: él no podía cambiar el sistema, pero sí podía mantenerse limpio en medio de él.
Hermanos, Honduras tiene un Estado corrupto por gobiernos corruptos. Eso es un hecho. Hay compra de votos, amenazas, fraudes, manipulaciones, abusos e ilegalidad desde la institucionalidad y la Constitución. Usted no puede cambiar eso. Usted no controla lo que hacen los partidos políticos, los candidatos o los fiscales corruptos. Pero usted sí controla su propia integridad.
Escúcheme bien: su integridad personal no depende del sistema. Usted puede ser honesto, aunque todos sean deshonestos. Usted puede ser fiel, aunque todos sean infieles. Usted puede mantenerse honrado y limpio, aunque los demás estén sucios.
(Salmos 118:8 RVR1960) Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.
Daniel pudo haber dicho: "Todos hacen trampa, ¿por qué yo no?" Pero no lo hizo. Prefirió honrar a Dios.
Transición: Pero mantener esa integridad requiere entender dónde están los límites entre lo que le debemos al sistema y lo que le debemos a Dios.
2. Dé a César lo que es de César, pero no le dé lo que es de Dios a César
(Mateo 22:21 RVR1960) Entonces les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Los fariseos intentaron atrapar a Jesús con una pregunta política: "¿Es lícito dar tributo a César?" Era una trampa. Si decía que sí, ofendería a los judíos que odiaban el imperio romano. Si decía que no, lo acusarían de rebeldía contra Roma.
Jesús respondió con sabiduría: Jesús preguntó: ¿De quién es el rostro en esta moneda? De allí, "Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios". Reconoció que hay cosas que le debemos a nuestros gobiernos: impuestos, respeto, obediencia a las leyes justas. Pero también estableció un límite claro: hay cosas que solo le pertenecen a Dios.
Nuestra conciencia le pertenece a Dios. Nuestra lealtad absoluta se la debemos solamente a Dios. No a un candidato ni a un partido político.
(Hechos 5:29 RVR1960) Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Hermanos, ustedes pueden respetar al gobierno. Pueden trabajar en instituciones públicas. Pueden participar en el proceso electoral. Pueden tener su partido político y candidato preferido, todo esto está bien. Lo que no pueden es vender su conciencia por mantener un trabajo, un favor político o beneficio personal.
Vote según su conciencia ante Dios, no según presiones humanas. Si usted sabe que un candidato es corrupto, inmoral o incompetente, aunque sea de su partido político de preferencia, no vote por él, aunque su familia, su jefe o su partido se lo exijan.
(Filipenses 4:19 RVR1960) Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Daniel entendió esto perfectamente. Cuando le prohibieron orar a Dios, tuvo que elegir: ¿obedezco al rey o obedezco a Dios? Y eligió a Dios, aunque le costara todo.
Transición: Jamás debemos ofrecer lo que es de Dios a otro hombre.
3. La fidelidad a Dios tiene precio, pero también recompensa
Daniel era un judío capturado que había sido llevado cautivo a Babilonia en su juventud. Allí se formó, trabajó y sirvió durante décadas. Cuando llegamos a Daniel 6, él ya era un hombre de edad avanzada, con más de 80 años y décadas de servicio impecable en el imperio.
Los enemigos de Daniel lo odiaban por su integridad. Buscaron acusarlo en lo relacionado al reino, pero no pudieron hallar ocasión alguna o falta. Entonces dijeron: "No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios".
Su única "debilidad" era su fidelidad a Dios. Tramaron un plan maligno: convencieron al rey Darío de firmar un decreto que durante 30 días nadie podía hacer petición a ningún dios u hombre excepto al rey. Quien lo hiciera sería echado al foso de los leones.
(Daniel 6:10 RVR1960) Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Daniel conocía las consecuencias: el foso de los leones. Una muerte asegurada. Pudo haber hecho concesiones temporales, pero no lo hizo. Entendió que comprometer su integridad ante Dios era peor que enfrentar cualquier consecuencia humana.
Lo acusaron. Lo llevaron ante el rey. Aunque Darío intentó salvarlo, la ley era irrevocable.
(Daniel 6:16 RVR1960) Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.
Daniel pasó la noche en el foso. El rey no pudo dormir. A la mañana siguiente:
(Daniel 6:22 RVR1960) Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.
Daniel pagó un precio por su fidelidad: fue acusado falsamente, perdió su posición temporalmente, enfrentó la muerte. Pero Dios lo vindicó. Lo sacó del foso con vida, restauró su posición con mayor honor, y los que lo acusaron terminaron ellos mismos en el foso de los leones.
-Quizá usted piense: "Si no acepto el dinero del partido, mi familia pasará hambre". Confíe en Dios. Él es su proveedor.
-Quizá usted piense: "Si no voto por el candidato de mi jefe, me despedirá". Confíe en Dios. Él abre puertas que nadie puede cerrar.
-Quizá usted piense: "Si no me presto para el fraude que me piden, perderé todo". Confíe en Dios. Mejor perder todo temporalmente que comprometer su conciencia eternamente.
La fidelidad a Dios puede costarle algo a corto plazo, pero siempre trae recompensa a largo plazo. Daniel lo comprobó, y usted también puede comprobarlo.
Cierre
Hermanos, el siguiente domingo, 30 de noviembre todos los que podemos votar estamos llamados a salir y hacerlo.
Recuerde lo que hemos estado aprendiendo:
1. No acepte sobornos electorales
2. No se preste para el fraude
3. Confíe en Dios, no en el sistema
Este hombre de Dios, Daniel, nos dejó un ejemplo: se puede vivir con integridad en un sistema corrupto. No es fácil. Quizá le cueste. Pero al final, Dios honra a los que le honran.
Oración final
Padre celestial, reconocemos que vivimos en un sistema corrupto. Pero tú nos llamas a ser diferentes. Perdónanos si en el pasado hemos aceptado o participado en prácticas corruptas. Danos valentía para rechazar sobornos, fortaleza para resistir amenazas y fe para confiar en ti por encima de cualquier presión humana. Que el 30 de noviembre cada uno de nosotros pueda votar con conciencia limpia ante ti. Protégenos de la tentación de comprometer nuestra integridad. Sé nuestro proveedor, nuestro defensor y nuestro refugio. Así como vindicaste a Daniel, vindícanos a nosotros cuando seamos fieles. En el nombre de Jesús, quien jamás se comprometió ante la presión, amén.
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