De Babel a Pentecostés: Cómo Recibir el Bautismo del Espíritu Santo

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Desde los tiempos antiguos, las lenguas han jugado un papel clave en la historia de la humanidad. Dos eventos bíblicos destacan en este aspecto: la confusión de lenguas en la Torre de Babel y la manifestación de lenguas en el día de Pentecostés. A simple vista, parecen sucesos opuestos, pero en realidad forman parte de un mismo plan divino. En este artículo, exploraremos el significado de ambos eventos y veremos cómo Dios utilizó las lenguas para dividir y luego para unir a la humanidad, además de entender cómo hoy en día miles y miles de cristianos siguen recibiendo el bautismo del Espíritu Santo.


La Torre de Babel: División y Confusión

La primera mención de una diversidad de lenguas ocurre en Génesis 11. La humanidad, unida bajo un solo idioma, decidió edificar una torre para alcanzar el cielo y hacerse un nombre (Génesis 11:4). Este proyecto simbolizaba la autosuficiencia y la rebeldía contra Dios. Como respuesta, el Señor confundió su lenguaje, lo que llevó a su dispersión por toda la tierra (Génesis 11:7-9).

Este evento no solo marcó el inicio de la diversidad lingüística, sino que también representó una barrera espiritual y social. La incomprensión entre los pueblos fue un juicio divino que reflejaba la desconexión del hombre con su Creador. La dispersión en Babel fue el resultado de una humanidad que se unió para su propio propósito, ignorando la voluntad de Dios.


Pentecostés: Restauración y Unidad

En contraste, en Hechos 2 vemos un evento opuesto pero complementario: la llegada del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Jesús había prometido a sus discípulos que recibirían poder cuando el Espíritu Santo descendiera sobre ellos (Hechos 1:8). Y en la fiesta de Pentecostés, cuando estaban reunidos en un mismo lugar, vino un estruendo del cielo, y lenguas como de fuego se posaron sobre ellos. Entonces, fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen (Hechos 2:1-4).

Aquí, en lugar de una confusión, las lenguas trajeron entendimiento. Gente de diferentes naciones escuchó el mensaje del evangelio en su propio idioma y quedó asombrada (Hechos 2:6-8). Lo que en Babel había causado dispersión, en Pentecostés trajo unidad en Cristo. Dios, en su soberanía, utilizó las lenguas para revertir el efecto de Babel y reunir a su pueblo bajo una misma fe.


El Bautismo del Espíritu Santo y las Lenguas

En el libro de los Hechos encontramos varios momentos en los que la llenura del Espíritu Santo se manifestó con el hablar en lenguas:

*Pentecostés (Hechos 2:1-4) – Los discípulos hablaron en lenguas al recibir el Espíritu Santo.

*Casa de Cornelio (Hechos 10:44-46) – Mientras Pedro predicaba, el Espíritu descendió sobre los gentiles y comenzaron a hablar en lenguas.

*Los discípulos en Éfeso (Hechos 19:6) – Pablo impuso sus manos sobre algunos creyentes y al recibir el Espíritu hablaron en lenguas y profetizaron.

Estos pasajes nos muestran un patrón: en cada caso donde el Espíritu Santo fue derramado de manera visible, las lenguas fueron una evidencia externa de esta experiencia. La Biblia no establece una fórmula rígida, pero sí deja claro que aquellos que creyeron en Jesús, recibieron el Espíritu Santo y hablaron en lenguas como señal de su llenura. Y esta promesa no fue solo para ellos, sino que sigue vigente hoy en día. Miles de miles de cristianos alrededor del mundo han recibido el bautismo del Espíritu Santo y siguen experimentando esta maravillosa manifestación.


¿Cómo recibir el Bautismo del Espíritu Santo?

A la luz de la Escritura, podemos extraer principios esenciales sobre cómo recibir esta promesa:

*Arrepentimiento y fe en Jesús – En Hechos 2:38, Pedro dice: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo".

*Búsqueda y disposición – En Lucas 11:13, Jesús dice que el Padre da el Espíritu Santo a quienes se lo piden.

*Imposición de manos (en algunos casos) – En Hechos 19:6, Pablo impuso las manos sobre los creyentes y recibieron el Espíritu.

*Expectativa de la manifestación – En cada ocasión, quienes fueron llenos del Espíritu hablaron en lenguas. No como un requisito humano, sino como una manifestación espontánea de la presencia de Dios.

Oremos: Espíritu Santo, ¡bautízame con tu fuego santo! Tengo hambre y sed de ti. Lléname más y más. Quiero ser un instrumento lleno de ti para la gloria y honra de Cristo Jesús. Santifícame, purifícame y dame la evidencia de tu poder para hablar contigo a través de las lenguas del Espíritu. Lo recibo por fe. Amén


Conclusión

La historia de Babel y Pentecostés nos enseña que Dios tiene un propósito con las lenguas. Mientras que en Babel las lenguas trajeron separación y juicio, en Pentecostés fueron una señal de restauración y unidad en Cristo. La manifestación del Espíritu Santo con el hablar en lenguas no es un invento humano, sino una realidad bíblica que sigue vigente para aquellos que creen. Si anhelas recibir esta promesa, acércate a Dios con un corazón sincero y expectante, y Él cumplirá su palabra. Hoy en día, miles de creyentes continúan experimentando este derramamiento, testificando que el mismo Espíritu Santo que descendió en Pentecostés sigue llenando y transformando vidas.
Roger Casco

Pastor evangélico dedicado a plantar iglesias, formar discípulos y compartir el Evangelio con claridad. Autor del libro Su NOMBRE: ¿Jesús o Yeshúa?, considerado una joya de erudición apologética sobre los errores del Movimiento Judaizante. Apasionado por las Escrituras, cuenta con estudios en hebreo y griego bíblicos, teología, religiones y sectas. Su peregrinaje a Israel en 2008 fortaleció su comprensión de las profecías bíblicas. Casado, padre de dos hijos y disfruta jugar ajedrez.emailexternal-link

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