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En la Biblia encontramos referencias a diferentes tipos de lenguas, cada una con propósitos y características específicas. Desde las lenguas humanas naturales que usamos en nuestra vida diaria, hasta las lenguas demoníacas y las lenguas divinas, exploraremos estos tipos desde una perspectiva bíblica.
1. Lenguas Humanas: Naturales o Adquiridas
Las lenguas naturales son los idiomas que hablamos en nuestra vida cotidiana. Estas lenguas no son un don sobrenatural, sino una habilidad que aprendemos de manera natural o a través del estudio. Ejemplos incluyen el español, el inglés, el francés o cualquier otro idioma conocido.
Aunque estas lenguas son humanas y adquiridas, el Espíritu Santo puede usarlas de maneras sobrenaturales para comunicar Su mensaje. Por ejemplo, en Pentecostés, los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas humanas conocidas por personas de diferentes naciones. Hechos 2:4-11 (NTV) describe este evento:
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba el poder de expresarse... Cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Este milagro tuvo un propósito claro: el evangelio podía ser entendido por personas de diversas naciones sin barreras lingüísticas. Aunque los discípulos no conocían previamente estos idiomas, el Espíritu Santo les capacitó para hablarlos de manera sobrenatural. Este fenómeno será explorado más a fondo en la sección de lenguas divinas, ya que es un ejemplo de cómo Dios usa lenguas humanas conocidas con un propósito celestial.
2. Lenguas Demoníacas
No todo lo sobrenatural proviene de Dios. Existen manifestaciones sobrenaturales que tienen su origen en el reino espiritual maligno, y las lenguas no son una excepción. En Deuteronomio 18:10-12 (NTV), se prohíben actividades ocultas, incluyendo aquellas que involucran prácticas espirituales contrarias a la voluntad de Dios:
No permitirás que se halle en ti quien practique adivinación, ni agüero, ni sortilegio, ni brujería, ni encantamiento, ni quien consulte a los espíritus, ni a los adivinos, ni quien pregunte a los muertos.
Estas prácticas están asociadas con lenguas demoníacas, que buscan desviar a las personas de la verdad y confundirlas. Sin embargo, no solo quienes practican abiertamente artes ocultas pueden estar influenciados por estas fuerzas. Existen personas que, aunque no practiquen conscientemente estas artes, han sido corrompidas por influencias demoníacas y pueden manifestar capacidades espirituales como hablar en lenguas.
Por esta razón, es crucial ejercer discernimiento espiritual y depender de otros dones complementarios, como el discernimiento de espíritus y la interpretación de lenguas, para evaluar si una manifestación es de origen divino o demoníaco. La Biblia nos advierte que las buenas prácticas incluyen tener intérpretes cuando alguien habla en lenguas en la iglesia (1 Corintios 14:27-28):
Si alguien habla en una lengua, que sean dos o tres, y por turnos; y que uno interprete. Si no hay intérprete, que guarde silencio en la iglesia y hable consigo mismo y con Dios.
Además, en 1 Corintios 14:7-11, Pablo enfatiza que todo sonido debe tener un significado claro y entendible:
Ni la flauta ni la cítara producen sonido reconocible si no hay diferencias en las notas musicales. Y si la trompeta emite un sonido indistinto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también ustedes, a menos que hablen palabras claras con la lengua, ¿cómo se entenderá lo que dicen? Serán como quien habla al aire. Hay tantas clases de lenguas en el mundo, y ninguna es ininteligible en su propio contexto. Pero si yo ignoro el significado de una lengua, seré como un extranjero para el que la habla, y él será un extranjero para mí.
Este pasaje subraya la importancia de que toda comunicación tenga un propósito claro y comprensible, especialmente en la congregación. Cuando se hablan lenguas en público sin interpretación, existe el riesgo de generar confusión o incluso abrir espacio para manifestaciones demoníacas disfrazadas de espiritualidad divina. Por ello, las Escrituras establecen que las lenguas deben ser interpretadas para edificar a la iglesia y evitar errores espirituales.
El discernimiento espiritual es esencial para evitar ser engañados por imitaciones demoníacas del don divino. No todo lo que parece espiritualmente impresionante proviene de Dios, y debemos estar alerta para no ser llevados por falsas manifestaciones.
3. Lenguas Divinas
Las lenguas divinas son un don sobrenatural otorgado por el Espíritu Santo. A diferencia de las lenguas humanas, estas tienen un propósito espiritual profundo y pueden manifestarse de varias maneras. A continuación, exploraremos las diferentes formas de lenguas divinas con ejemplos bíblicos:
A. Glosolalia (del griego "glossa", lengua, y "lalia", hablar)
La glosolalia se refiere al acto de hablar en un lenguaje no existente, es decir, un balbuceo celestial que no sigue reglas gramaticales ni estructuras de idiomas humanos. Este fenómeno tiene como propósito principal la comunión personal con Dios y la edificación espiritual del creyente. Las lenguas extáticas, mencionadas anteriormente, son un ejemplo de glosolalia. Según 1 Corintios 14:2 (NTV):
Quien habla en una lengua extraña no habla a los hombres, sino a Dios, ya que nadie lo entiende; en el Espíritu habla misterios.
Estas lenguas no están destinadas a ser entendidas por otros, sino que son una forma de orar y alabar directamente a Dios en un nivel sobrenatural.
B. Xenoglósia (del griego "xenos", extranjero, y "glossa", lengua)
La xenoglósia es la habilidad sobrenatural de hablar fluidamente un idioma humano real que el hablante nunca ha aprendido. Este fenómeno se diferencia de la glosolalia porque las palabras pronunciadas pertenecen a un idioma humano conocido por otros, aunque el hablante no lo haya estudiado previamente. Un ejemplo claro de esto ocurrió en Pentecostés, cuando los discípulos hablaron en lenguas humanas conocidas por personas de diferentes naciones (Hechos 2:4-11).
La xenoglósia tiene un propósito principalmente evangelístico, ya que permite comunicar el mensaje de Dios a personas de diferentes culturas y regiones sin barreras lingüísticas.
C. Lenguas Angélicas
Finalmente, la Biblia menciona brevemente las "lenguas de ángeles" en 1 Corintios 13:1 (NTV):
Aunque yo hablara lenguas humanas y angélicas, si no tengo amor, soy como el metal que resuena o como la campana que tañe.
Esto sugiere que existen lenguas divinas desconocidas salvo por el mismo Espíritu. No se trata de "lenguas de ángeles" en el sentido literal, sino de formas que trascienden el entendimiento humano y están reservadas para la adoración.
Conclusión: Entender y Discernir las Lenguas
Las lenguas divinas son un regalo precioso del Espíritu Santo que edifican al creyente y glorifican a Dios. Ya sea a través de lenguas humanas conocidas usadas sobrenaturalmente para alcanzar a las naciones (xenoglósia), lenguas extáticas para la comunión personal con Dios (glosolalia), o lenguas angélicas para la adoración celestial, este don debe usarse con sabiduría y discernimiento en la iglesia (1 Corintios 14:40).
Al mismo tiempo, debemos estar alerta ante lenguas demoníacas o usos indebidos de las lenguas que puedan deshonrar a Dios. El discernimiento espiritual y la interpretación son herramientas indispensables para distinguir entre lo divino y lo demoníaco. El amor y la reverencia deben ser nuestra guía al explorar este misterio divino.
¿Qué tipo de lenguas has experimentado? ¡Déjanos tus reflexiones en los comentarios!