Ago 19: La Verdad que Duele

Devocional Bíblico Pastoral, Cuando la verdad duele
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Devocional Diario – Biblia para vivir

Juan 8:32 (RVR1960) Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

¿Por qué huimos de la verdad si es lo único que realmente nos hace bien?

Es una de las contradicciones más extrañas del corazón humano. Sabemos que necesitamos la verdad, pero cuando llega, la rechazamos. Cuando alguien nos dice algo que sabemos que es cierto pero duele, nuestra primera reacción no es agradecimiento... es defendernos.

Preferimos las mentiras piadosas. Los halagos sin fundamento. Las medias verdades que nos permiten seguir cómodos en nuestras zonas de confort. Pero Jesús nunca nos ofreció comodidad. Nos ofreció libertad.

Y la libertad siempre comienza con enfrentar la realidad, conocer la verdad.

Piense en los momentos más transformadores de su vida. ¿No fueron precisamente aquellos donde alguien —un amigo, un pastor, un hermano, incluso un enemigo— le dijo algo que no quería escuchar pero que era verdad? Esa palabra que lo confrontó con sus errores, con sus actitudes, con sus engaños.

En el momento dolió. Pero después... lo cambió todo. Aunque algunas veces para mal y otras para bien.

En cuanto a Dios, muchos de nosotros el problema no es que no sepamos la verdad. El problema es que no sabemos qué hacer con ella una vez que la conocemos. Porque la verdad exige acción. Exige cambio. Exige que dejemos de ser quienes hemos sido para convertirnos en quienes Dios quiere que seamos.

Jesús fue directo con la mujer samaritana: "Has tenido cinco maridos". Con el joven rico: "Una cosa te falta". Con Pedro: "Me negarás tres veces". ¿Cree usted que esas palabras fueron cómodas de escuchar?

Pero observe lo que pasó después. La mujer dejó su cántaro y corrió a testificar. Pedro, después de su negación y restauración, predicó con poder. La verdad los hirió primero, pero después los sanó completamente.

¿Qué verdad está evitando usted hoy? ¿Qué cosa sabe que es cierta sobre su vida, su matrimonio, su carácter, su relación con Dios, pero prefiere no enfrentar? ¿Qué conversación está posponiendo? ¿Qué cambio está evitando?

Dios no nos dice la verdad para herirnos. Nos la dice para liberarnos. Porque sabe que mientras vivamos en la mentira, en el autoengaño, en la negación, permaneceremos esclavos. Esclavos de nuestros miedos, de nuestros pecados, de nuestras limitaciones.

La verdad duele, pero la mentira mata. La verdad duele por un momento, pero la mentira duele para siempre.

Así que hoy, en lugar de huir de esa verdad que ya conoce pero no quiere enfrentar, recíbala con valentía. Deje que haga su obra purificadora en su corazón. Deje que lo confronte, que lo incomode, que lo mueva.

Porque del otro lado de esa verdad que duele, lo está esperando la libertad que tanto ha buscado.

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Oremos: Señor, dame valentía para enfrentar la verdad sobre mi vida, aunque duela. Muéstrame lo que necesito ver, cambia lo que necesita cambiar, y dame fuerzas para actuar según tu verdad. No me dejes vivir en el engaño por comodidad. Que tu verdad me haga verdaderamente libre. En el nombre de Jesús, amén.
Roger Casco

Pastor evangélico dedicado a plantar iglesias, formar discípulos y compartir el Evangelio con claridad. Autor del libro Su NOMBRE: ¿Jesús o Yeshúa?, considerado una joya de erudición apologética sobre los errores del Movimiento Judaizante. Apasionado por las Escrituras, cuenta con estudios en hebreo y griego bíblicos, teología, religiones y sectas. Su peregrinaje a Israel en 2008 fortaleció su comprensión de las profecías bíblicas. Casado, padre de dos hijos y disfruta jugar ajedrez.emailexternal-link

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