Ene 20: ¿Por qué ha decaído tu semblante?

Devocional Diario: Biblia para vivir

Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? (Génesis 4:6, RVR1960)

Esta pregunta que Dios le hace a Caín resuena también en nuestros corazones hoy. Nuestro semblante, nuestro rostro, es como un espejo del alma.

Cuando estamos en la presencia de Dios, nuestro rostro también lo muestra, a Moisés le ocurrió en el monte Sinaí, su cara brillaba con la luz de la gloria de Dios. Pero cuando la tristeza, la depresión, las preocupaciones o el pecado se apoderan de nosotros, nuestro semblante decae, y nuestra alegría se desvanece.

Dios nos pregunta hoy: "¿Por qué ha decaído tu semblante?".

Él conoce nuestras luchas, nuestras cargas y nuestros corazones quebrantados. Nos invita a acercarnos a Él, a soltar aquello que nos pesa y a encontrar refugio en su amor.

Quizás hoy podría ser uno de esos días donde te sientes abrumado por las preocupaciones, agobiado por la tristeza o atrapado en la oscuridad de la depresión. Dios no está lejos de ti. Él te está llamando a volver a su presencia, a confiar en su cuidado y a dejar que su luz ilumine tu rostro. Como dice el Salmo 34:5: "Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados".

Proverbios 15:15 nos recuerda: "Todos los días del afligido son difíciles; mas el de corazón alegre tiene un banquete continuo". Aunque los tiempos sean malos, podemos elegir mantener una buena cara, no porque ignoremos el dolor, sino porque confiamos en que Dios está con nosotros y nos sostiene.

Pregúntate: ¿Qué está causando que mi semblante decaiga? ¿Son las preocupaciones, la tristeza, el pecado o el desánimo? Recuerda que Dios no te abandona en medio de tus luchas. Él está contigo, listo para restaurar tu alegría y devolverte la esperanza. Acércate a Él con honestidad y permite que su presencia transforme tu corazón y tu rostro.

Y si alguien te pregunta: "¿Por qué esa cara?", recuerda que Dios también te está haciendo esa pregunta, para invitarte a volver a su luz. Él quiere verte brillar nuevamente, incluso en los malos tiempos.

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Oremos: Señor, hoy vengo delante de ti con mi semblante decaído. Reconozco que la tristeza, las preocupaciones y el pecado han afectado mi corazón. Te pido que me ayudes a soltar todo lo que me pesa y a encontrar refugio en ti. Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que mi rostro brille con la luz de tu gloria. Gracias porque nunca me abandonas. Amén.
Roger Casco

Pastor evangélico dedicado a plantar iglesias, formar discípulos y compartir el Evangelio con claridad. Autor del libro Su NOMBRE: ¿Jesús o Yeshúa?, considerado una joya de erudición apologética sobre los errores del Movimiento Judaizante. Apasionado por las Escrituras, cuenta con estudios en hebreo y griego bíblicos, teología, religiones y sectas. Su peregrinaje a Israel en 2008 fortaleció su comprensión de las profecías bíblicas. Casado, padre de dos hijos y disfruta jugar ajedrez.emailexternal-link

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