Ago 04: Humildad: Clave del Discípulo

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Devocional Diario: Biblia para vivir

Proverbios 26:12 (RVR60) ¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él.

La clave del discípulo es dejarse enseñar. Esto aplica a todos: el discípulo con su mentor, el alumno con su profesor, el hijo con su padre, y el aprendiz con su entrenador. Pero, hay un problema en el corazón humano: nos cuesta aceptar que otros nos enseñen. Este versículo nos muestra que no nos gusta aceptar que otros puedan saber más que nosotros, e incluso nos resistimos a quienes tienen algo para enseñarnos. Por eso, un verdadero discípulo debe abrazar la humildad para crecer.

Dios nos advierte que es más fácil ayudar a un necio (alguien que rechaza el consejo) que a una persona que se cree sabia. ¿Por qué? Porque el necio, en su ignorancia, podría algún día reconocer su error y estar dispuesto a aprender. Pero, quien se cree sabio ya ha cerrado su mente a cualquier corrección o mejora.

Algunas de las palabras que usamos para identificar esas personas que se creen sabias son:

Sabihondo: La persona que presume que sabe mucho sin serlo. Por ejemplo, un compañero de trabajo que siempre anda corrigiendo a los demás.

Soberbio: El que se cree superior y desprecia la opinión de los demás. Por ejemplo, un jefe que ignora las sugerencias de su equipo, sólo porque no están a su nivel.

Pedante: Aquel que hace alarde de sus conocimientos. Por ejemplo, una persona que para impresionar menciona varios títulos de libros que ha leído, y nunca los ha leído.

Arrogante: El que tiene una confianza desmedida. Por ejemplo, el deportista que cree que por su talento superior no necesita entrenar como los demás.

Pretencioso: Quien aparenta ser más de lo que es. Por ejemplo, los que presumen lo que ganan, lo que compran o lo que tienen...

El mayor obstáculo para el crecimiento no es la falta de conocimiento, sino la falta de humildad. La persona que se cree sabia cierra cualquier posibilidad de aprender porque está atrapado en su vanidad. A diferencia del necio que podría llegar a reconocer su ignorancia, al reconocer que se equivocó.

¿Nos cuesta reconocer que alguien más tiene la razón? La humildad nos permite reconocer que no lo sabemos todo; y que todos hemos aprendido de otros. Al abrirnos con humildad podemos aprender y mejorar, como también nos permite cultivar relaciones más sanas, maduras y sabias.

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Oremos: Señor, ayúdame a ser humilde de corazón, a reconocer que no lo sé todo y a valorar la sabiduría que tú has puesto en las personas que me rodean. Amén.
Roger Casco

Pastor evangélico dedicado a plantar iglesias, formar discípulos y compartir el Evangelio con claridad. Autor del libro Su NOMBRE: ¿Jesús o Yeshúa?, considerado una joya de erudición apologética sobre los errores del Movimiento Judaizante. Apasionado por las Escrituras, cuenta con estudios en hebreo y griego bíblicos, teología, religiones y sectas. Su peregrinaje a Israel en 2008 fortaleció su comprensión de las profecías bíblicas. Casado, padre de dos hijos y disfruta jugar ajedrez.emailexternal-link

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