Abr 08: Pereza Espiritual

Devocional Diario: Biblia para vivir

Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Proverbios 6:6-8 (RVR1960)

Las hormigas trabajan incansablemente, incluso cuando su labor parece insignificante, logran grandes objetivos. Ni parecen necesitar de un supervisor que las motive; su instinto de supervivencia las impulsa a ser productivas.

Esta es una poderosa lección para nosotros: ¿Cuántas veces dejamos de hacer algo porque parece pequeña sin importancia, o dejamos de hacer las cosas porque nadie nos presiona?

Dios nos llama a ser como las hormigas: diligentes, perseverantes y proactivas.

Sé bien que a veces nos sentimos abrumados por la magnitud de nuestras responsabilidades, así como que también nos preguntamos si nuestros esfuerzos realmente valdrán la pena. Pero al igual que las hormigas, debemos recordar que cada pequeña acción cuenta. Recuerde que las grandes máquinas están compuestas de tornillos y tuercas.

Esto aplica para todo en la vida: en el matrimonio, en la familia y en el trabajo, entre otros. Hoy, le invito a reflexionar sobre sus actitudes hacia su relación con Dios. ¿Está siendo como la hormiga? ¿Está trabajando en su fe o está dejando que la pereza espiritual le detenga?

Dios valora nuestra fidelidad, incluso en las cosas pequeñas. Mateo 25:23 (RVR1960) "Buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor". Cada paso que damos, por pequeño que parezca en la fe, tiene propósitos eternos.

Quiero ser honesto con usted: yo no comencé disfrutando de la oración, ni del estudio de la Biblia, ni siquiera de congregarme. Al principio, todo fue poco a poco. Hubo días en los que simplemente me costaba encontrar motivación, pero aprendí que la fe no siempre comienza con grandes momentos o emociones fuertes. Comienza con pequeños pasos de obediencia, como el trabajo de las hormigas. Así fue en mi vida, y así puede ser en la suya también.

¿Está dando esos pequeños pasos en su relación con Dios? Sólo Dios puede transformar nuestro pequeño esfuerzo en algo extraordinario. Pero, hay que intentarlo y ser constante. Así que, deje a un lado la pereza y haga algo por su relación con Cristo, eso jamás será insignificante.

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OremosAmado Dios, gracias por la lección de la hormiga. Ayúdame a ser diligente y perseverante en todo lo que hago, no solo en mis responsabilidades diarias, sino también en mi relación contigo. Libérame de la pereza y la procrastinación, y dame la sabiduría para administrar mi tiempo y mis recursos sabiamente. Que mi trabajo te honre y contribuya a tu reino. En el nombre de Jesús, amén.
Roger Casco

Pastor evangélico dedicado a plantar iglesias, formar discípulos y compartir el Evangelio con claridad. Autor del libro Su NOMBRE: ¿Jesús o Yeshúa?, considerado una joya de erudición apologética sobre los errores del Movimiento Judaizante. Apasionado por las Escrituras, cuenta con estudios en hebreo y griego bíblicos, teología, religiones y sectas. Su peregrinaje a Israel en 2008 fortaleció su comprensión de las profecías bíblicas. Casado, padre de dos hijos y disfruta jugar ajedrez.emailexternal-link

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